Promueven lectura con leyendas zapotecas de Andrés Henestrosa
Una decena de leyendas zapotecas de la pluma del escritor oaxaqueño Andrés Henestrosa (1906-2008) son recopiladas en el libro ilustrado "Xcuidihuini", presentado en la primera Tertulia literaria del año del Libro Club Mónica Lavín, del Tunel de la Ciencia, del metro La Raza.
En el sitio fueron leídos los textos “La flor del higo” y “Bigu”, contenidos en el citado material, para deleite del público asistente y algunos usuarios de este sistema de transporte que se detuvieron a su paso para disfrutar la actividad.
Participaron en la sesión Ana Rojas, encargada del resguardo y catalogación de la biblioteca personal de Miguel A. Porrúa (MAPorrúa), la editorial del texto, y Anabel Romero, coordinadora del área de Comunicación y Difusión de la misma.
Además, Emma Alexandra Reyes Haiducovich, autora de “Henestrosa: Hombre de un siglo” y “Henestrosa, Juárez en mi alma”, quien resaltó la importancia de la creación de lugares de fomento a la lectura para conocer nuestros orígenes.
Henestrosa fue poeta, narrador, ensayista, orador e historiador. Nació en Ixhuatán, Oaxaca, el 30 de noviembre de 1906.
Sus primeros estudios los hizo en Juchitán y según sus biógrafos habló sólo lenguas indígenas hasta los 15 años; luego se trasladó a la Ciudad de México, donde cursó un año en la Escuela Normal de Maestros.
Se sabe que en 1924 se inscribió en la Escuela Nacional Preparatoria, graduándose como Bachiller en Ciencias y Artes. También se inscribió en la Escuela Nacional de Jurisprudencia y en la Facultad de Filosofía y Letras, aunque no llegó a graduarse.
Se dice que en 1927, cuando fue alumno de Antonio Caso, éste le sugirió escrbir los mitos, leyendas y fábulas que refería oralmente, de ahí nace en 1929 "Los hombres que dispersó la danza", uno de sus libros más conocidos.
También publicaría “Retrato de mi madre” (1940), “Los cuatro abuelos” (1960), “Sobre mí” (1936), “Una confidencia a media voz” (1973) y “Carta a Cibeles” (1982).
