Un cuento de Navidad… y diabetes
Soy Macareno, uno de los 422 millones de adultos que viven con diabetes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)1. Esto quiere decir que 1 de cada 11 personas son como yo, si no eres tú, seguro conoces a alguien.
Sé que la diabetes es una enfermedad que no tiene cura (aún) y es progresiva, pero hay muchas cosas que se pueden hacer para vivir feliz y plenamente, sobre todo con estas fiestas que se avecinan de Navidad, Año Nuevo, las posadas… Pensaba que no iba a poder celebrar, que era mejor no ir a ninguna fiesta para no descontrolar mi diabetes. Supongo que eso le preocupa a las personas como yo que dudan sobre cómo le van a hacer esta temporada.
Me asesoré y me eduqué con la Educadora en Diabetes Ana Segundo de BD Ultra Fine, quien me dijo que “no hay alimentos prohibidos, sino cantidades adecuadas. Reducir las grasas, aumentar la fibra, sustitutos de azúcar y alimentos light son buenas alternativas para la preparación de los platillos”. Me ayudó a recordar que este estilo de vida es el que todas las personas deberían tener para mantenerse saludables.
¿Pero y mis aplicaciones de insulina? Sé gracias a mi médico y equipo de profesionales de la salud que la insulina es el tratamiento óptimo para el control de la diabetes y que por ningún motivo debo suspender mis aplicaciones, pero con tanta fiesta y sus preparativos temía que se me olvidara, o peor aún, caer en la comodidad de “mañana me la pongo”.
Ya que me la vivo pegado a mi celular, descargué Diabetes Care App. “De algo me tiene que servir la tecnología”, pensé. Me sirvió como un acercamiento simple e inteligente al manejo de la diabetes ya sea Tipo 1, Tipo 2 y gestacional, ofreciéndome apoyo personalizado cuando quiera y donde quiera. Encontré información y educación en alimentación y ejercicio; seguimiento de los niveles de glucosa, carbohidratos, actividad y estado de ánimo; técnica correcta de inyección de insulina, entre otras útiles funciones.
“Técnica correcta de inyección de insulina”. ¡Vaya término! Tuve que volver con la educadora Ana para que me orientara. Aunque la información estaba muy clara, seguro ella podría ayudarme con una demostración en vivo, después de todo, eran mis primeras aplicaciones.
A grandes rasgos esto fue lo que pasó: avalado por expertos en el tema, me recomendó utilizar las agujas más cortas que existen, 6mm en jeringa convencional y 4mm en agujas para plumas de insulina. Estas últimas cuentan con tecnología PentaPoint, que significa 5 biseles en la punta formando un diamante, lo que hace que el piquete sea casi imperceptible, fomentando así la adherencia al tratamiento. Me decidí por las plumas. Comprobé todo lo que leí en la app, la cuál me hizo la vida más fácil, al punto de que la reviso más que mis redes sociales.
Para disfrutar de la temporada Navideña sin poner en riesgo mi salud, opté por medidas simples pero fundamentales, tales como: monitoreos constantes de mis cifras de glucosa para proceder de la mejor manera, no interrumpir mi tratamiento médico, mantenerme activo físicamente bailando durante la fiesta, no centrar la fiesta en la comida ni la bebida, poner fruta natural en la piñata en lugar de dulces, beber mucha agua, comenzar la cena con algo ligero como ensalada para saciarme un poco y no abusar del plato fuerte, pero sobre todo, me enfocaré en divertirme y disfrutar de la compañía de mis seres queridos.
Ya estoy más tranquilo ante las festividades que se avecinan. Mi familia y yo cada vez nos preparamos más y aprendemos más de esta enfermedad y del tratamiento, por eso comparto mi historia, para que no seamos parte de la otra estadística: cada 8 segundos muere una persona por complicaciones de diabetes. No se lo deseo a nadie, vamos a cuidarnos entre todos.
¡Felices Fiestas!