AUTOMATIZACIÓN, DIGITALIZACIÓN E INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA INDUSTRIA CÁRNICA
- Noticias Apyt
- 11 mar
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Las nuevas tecnologías son necesarias para cubrir la demanda de carne actual y estar preparados para el futuro.
Los cobots, permiten que los que robots y personas colaboren dentro de la industria cárnica
La aplicación de las nuevas tecnologías redunda en una mayor sostenibilidad, al reducir el desperdicio de recursos, la huella de carbono de la industria, los costes al mejorar la productividad; optimizar el uso de energía y agua en los procesos productivos, minimizar errores e incrementar la competitividad ante en un mercado globalizado.
Lo anterior lo señaló el especialista en el mercado cárnico, Jesús Cruz, al participar como orador en la Expo Carnes y Lácteos, celebrada en Monterrey, con su ponencia "Automatización, digitalización e inteligencia artificial: herramientas clave para hacer crecer la producción, mejorar la calidad y fomentar la sostenibilidad en la industria cárnica", en la que destacó los avances vividos dentro de la industria merced a estas tecnologías y cómo son necesarias para cubrir la demanda de productos cárnicos y, sobre todo, estar preparados para el futuro.
“La introducción de robots y máquinas automatizadas ha mejorado la velocidad y precisión en procesos como el corte, envasado y clasificación de carnes, mejorando la higiene y aumentando la capacidad de producción. Por otro lado, la digitalización ha hecho que pueda llevarse a cabo una trazabilidad completa de los productos cárnicos, desde la granja hasta el punto de venta, garantizando al consumidor calidad y la inocuidad alimentaria, además de permitir una gestión más eficiente del inventario y la cadena de suministro. En tanto que la inteligencia artificial ha venido para quedarse ya que optimiza el bienestar animal, el momento óptimo para su sacrificio y ayuda a las empresas a predecir la demanda y adaptarse a las necesidades del consumidor. Permite un control más riguroso de la calidad, con sistemas de monitoreo constante que detectan contaminantes o alteraciones en tiempo real, mejorando la seguridad alimentaria”, explicó Jesús Cruz.
Añadió que las nuevas tecnologías son un gran auxiliar para detectar enfermedades en los animales, ya que se pueden colocar sensores que, por ejemplo, identifiquen sonidos, midan la temperatura de los animales, su movimiento, etc., lo que permite ayudar a identificar de forma rápida aquellos animales que pueden estar enfermos y que, por tanto, transmitan la enfermedad al grupo.
“De esa forma evitamos su propagación y no tener que tomar medidas fuertes. Además, las nuevas tecnologías pueden ayudar a evitar parte del desperdicio alimentario evitando que se malgaste la materia prima en la industria cárnica. A este respecto hay que recordar que una parte importante del desperdicio de alimentos se produce en el hogar y hay una gran tarea para concienciar al consumidor de ello”, indicó el especialista en mercado cárnico.
RETOS Y VENTAJAS
Como ventajas está la mejora en eficiencia, productividad, ahorro de costes, pese a que suponen una gran inversión inicial. A esto hay que sumar que, merced a la digitalización, se tiene un mayor control de la planta cárnica y se puede llegar a generar lo que se denomina como “gemelo digital”, que vendría a ser una representación online de la propia fábrica a la que podemos someter a situaciones de mayor productividad, de cambio de ingredientes o diseño de nuevos productos, sin tener que testarlo de forma real.
En cuanto a los retos, evidentemente pasan necesariamente por extender su uso a más labores de las que se desarrollan en la industria cárnica como, por ejemplo, las tareas de limpieza en el caso de la robotización.
MANO DE OBRA Y NUEVAS TECNOLOGÍAS
Estas tecnologías suponen, evidentemente, una reducción de mano de obra y de otra serie de costes, pero no en el grado que pudiera imaginarse. Ya hay ejemplos, como los cobots, en los que robots y personas colaboran dentro de la industria cárnica. En muchos casos se trata de readaptar las capacidades de los operarios para que hagan otras tareas y también no deja de haber funciones como el despiece y la obtención de determinados cortes, que no son tan fáciles y requieren de la pericia y habilidad de los operarios.
AUTOMATIZACIÓN E INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Ambas tecnologías están entremezcladas de tal forma que ayudan a mejorar la eficiencia y productividad de la compañía cárnica. Suponen una gran inversión, es cierto, y requieren de nuevo personal en las plantas cárnicas como es el caso de ingenieros, programadores, etc., pero a medio y largo plazo aportan un gran beneficio tanto en productividad como en el diseño de productos que fomenten la demanda y, por tanto, las ventas.
EMPRESAS E INVERSIÓN
Su puesta en marcha e inversión están relacionadas con un tema de costes laborales y de la dificultad para encontrar personal que trabaje en las plantas cárnicas, si hablamos de la automatización. En el caso de la digitalización puede ser también algo que venga, por así decirlo, obligado porque son determinados clientes los que lo exigen o por el simple hecho de que al ser necesaria la trazabilidad de los productos, solo se puede aplicar utilizando la digitalización, la lectura de códigos y el almacenamiento de datos.
“La aplicación de inteligencia artificial permite mejorar todos los eslabones de la cadena productiva con base en captar datos, diseñar algoritmos matemáticos que permitan que la IA pueda responder a las preguntas que se le hagan respecto a, por ejemplo, qué partes de las plantas cárnicas trabajan más, qué clientes, en qué fechas han hecho los pedidos, qué ruta de reparto es la que más kilómetros hace o más combustible consume, qué es lo más vendido en cada supermercado al que enviamos nuestros productos. De esta forma podremos obtener respuestas que ayudan a adelantarse a la demanda y pueden suponer una ventaja competitiva a la hora de tomar decisiones”, precisó Jesús Cruz en su ponencia en Expo Carnes y Lácteos.
Finalmente, Jesús Cruz consideró que la aplicación de la automatización dentro de la industria cárnica supone una ventaja competitiva: aquellas empresas que apuestan por aplicar estas tecnologías tienen una mejor posición para afrontar los retos del futuro en cuanto a sostenibilidad, ahorro de costes, mejora de la eficiencia, incremento de la calidad y diseño de nuevos productos para fomentar la demanda del consumidor tanto nacional como internacional pensando en las exportaciones.
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