Donación de sangre cuando se vive con diabetes: expertos
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estima que en México el porcentaje de donadores altruistas es del 3% y el resto de los donadores son llamados por reposición o familiares.
La tasa de donación de sangre por cada 1000 personas es de 31.5 donaciones en los países de ingresos altos, 16.4 en los de ingresos medianos altos, 6.6 en los de ingresos medianos bajos y 5.0 en los de ingresos bajos.
Es con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre que Jacqueline Alcántara, educadora en diabetes de BD Ultra-Fine™, aborda una de las inquietudes predominantes alrededor de la diabetes: la posibilidad de donar sangre. Menciona: “Es común que sea el mismo paciente quien de antemano descarta por completo la posibilidad de hacerlo por creerse no calificados.
Consideran que su sangre, por los niveles glucémicos altos inherentes de la enfermedad, podría provocarle diabetes al receptor, lo cual no es así, ya que la diabetes no es contagiosa, sin embargo, los parámetros para decidir si una
persona con diabetes puede ser donadora resultan más complejos de determinar”.
En México, aún resulta ser muy controversial ya que no existe un consenso dentro de la comunidad médica para determinar si una persona con diabetes es apta para donar sangre o no, ya que hay muchos factores qué considerar.
La Norma Oficial Mexicana NOM-253-SSA1-2012 indica que, para la disposición de sangre humana y sus componentes con fines terapéuticos, se excluirán permanentemente de donar sangre o componentes sanguíneos quienes padezcan diabetes mellitus dependiente de insulina. 3 Esto incluye a aquellos con diabetes tipo 1 y/o con diabetes tipo 2 que ya usan insulina.
Una parte de la comunidad médica estima que esta regla es obsoleta, ya que se refiere más al posible uso inseguro e insalubre de las agujas para la aplicación de insulina. Esto porque a lo largo de los años han permanecido ciertas ideas sobre esta práctica, como la transmisión de enfermedades, la contaminación de las agujas, entre otras.
Actualmente, con educación en diabetes, además de los avances médicos y tecnológicos con los que contamos, sabemos que no es así. Alcántara explica que “bajo una técnica de inyección correcta eso no tiene por qué suceder. La recomendación oficial es utilizar agujas ultra finas y cortas, rotar los sitios de inyección (que son glúteo, lateral del muslo, abdomen y parte posterior del brazo), no reutilizar las agujas para evitar su contaminación además de un posible descontrol en los niveles de glucosa y desecharlas adecuadamente, entre otros lineamientos”.
Además de ello, otra parte de la comunidad médica no cree pertinente que un paciente con diabetes tipo 2 sin esquema de insulina done sangre porque suele ser el sector con mayor descontrol glucémico, más aún si lleva tiempo prolongado sólo y el mismo medicamento oral. Sumado a ello, puede haber restricciones de ciertos fármacos para hacer donaciones, si se tuviera que interrumpir el medicamento por varias horas para poder donar, el paciente con diabetes podría sentirse mal y/o sería perjudicial para su control glucémico.
Otro aspecto qué tomar en cuenta es el motivo de la donación, ya que los requisitos son diferentes si hace de manera altruista para los bancos de sangre que es más general, o si es para alguien en específico que necesita la sangre por y para algo en específico.
El objetivo del proceso de selección de los candidatos a donar es determinar si la persona se encuentra en condiciones adecuadas para poder realizar la donación sin que existan riesgos para su salud ni para el futuro receptor 3 . Mientras mejor controlados estén los niveles glucémicos de la persona, aumentan las posibilidades de poder ser donador, ya que será el médico en el momento de la posible donación quien decida, según su criterio y los parámetros con los que se encuentre.
Cual sea la situación, Jacqueline Alcántara destaca la importancia de un diagnóstico oportuno de diabetes para la calidad de vida y salud general del paciente, porque incluso puede ocurrir que la persona descubra que tiene diabetes al momento de intentar donar sangre. “Es más conveniente que el paciente reciba su diagnóstico antes que después, para que pueda tomar las riendas de su condición y así mejore el pronóstico de su salud en general”, concluye.
Con información de Male Agis
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