El manejo de las emociones es fundamental para el control de la diabetes
Educadoras en diabetes destacan la importancia del manejo de las emociones en el cuidado integral de la diabetes, sumándose a la alimentación, ejercicio y tratamiento farmacológico necesarios.
Vivir con diabetes puede llegar a ser un verdadero desafío, ya que, como compañera de vida, obliga al paciente a vivir cada día bajo una disciplina constante y un estilo de vida saludable más estricto que alguien que no vive con diabetes. Si las personas que viven con esta condición han atravesado períodos en los que están hartos, abrumados, cansados o algo similar que los haga querer renunciar, podemos estar hablando de un estado de burnout por diabetes.
¿Qué es y por qué es importante ponerle atención?
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Diabetes (AMD), la palabra en inglés burnout se traduce como “estar quemado” o “estar desgastado”, de ahí que el término haga referencia a la lucha y el cansancio asociado de vivir con una condición de salud tan demandante.
Marisol Olarra, educadora en diabetes de BD Ultra-Fine™, puntualiza: “Cuando el burnout no se atiende a tiempo ni de forma adecuada, es uno de los principales factores que hacen que el paciente abandone su tratamiento y tome decisiones que no son recomendables para el manejo de sus niveles glucémicos, lo que traerá como consecuencia repercusiones a su salud. Además, por el comportamiento errático y fluctuante de la glucosa en sí, ésta puede elevarse por emociones como enojo, estrés, ansiedad, tristeza profunda, etc.”.
Es indispensable cubrir los aspectos básicos del manejo de la diabetes:
Monitoreos frecuentes de glucosa para tomar decisiones informadas y proceder con base en evidencia.
Un plan de alimentación personalizado de acuerdo con los gustos y necesidades de cada persona.
Ejercicio y actividad física de acuerdo con los gustos y capacidades de cada persona.
Toma de medicamentos orales en dosis y horarios adecuados. En caso de aplicarse insulina, hacerlo bajo una correcta técnica de inyección con agujas ultra finas y cortas, rotar los sitios de inyección y utilizar los dispositivos una sola vez, entre otras directrices oficiales.
Llevar el tratamiento siempre de la mano del médico tratante y equipo de profesionales de la salud.
“Pero la diabetes no es sólo eso, también implica otro tipo de rigor en cuanto a la salud mental y emocional, que es igual de importante en el bienestar integral de la persona. El sufrimiento que se puede llegar a experimentar es un obstáculo para alcanzar una óptima calidad de vida, que es el objetivo principal”, agrega Olarra.
Algunos aspectos a tomar en cuenta para detectar un burnout por diabetes son:
Sensaciones de frustración, miedo, enojo o agotamiento por vivir con diabetes, sobre todo si a pesar de todos los esfuerzos realizados no mejoran los niveles glucémicos.
Abandono del tratamiento del manejo de la diabetes (ya sea total o parcialmente) y desinterés para retomarlo o llevarlo a cabo.
Pensamientos y/o sentimientos de ser víctima de la diabetes, como si ésta fuera la dueña de tu vida.
Marisol Olarra recomienda las siguientes acciones para disminuir la carga emocional que representa el trabajo arduo de manejar la diabetes:
La educación en diabetes brindará las mejores herramientas, tanto en conocimientos como en habilidades para el autocuidado, lo que brinda empoderamiento y seguridad para enfrentar la diabetes.
Dar pasos pequeños en el día a día suman para lograr objetivos que parecen monumentales o inalcanzables. Querer hacerlo todo al mismo tiempo fomenta la confusión de no saber ni por dónde comenzar.
Ser flexible ante la autoexigencia ayudará a contrarrestar la frustración y la autodecepción. Consulta con tu médico y equipo de profesionales de la salud que tus metas sean realistas y así que tus expectativas también lo sean.
Si te sientes solo en tu diabetes y no puedes con ello por tu cuenta, busca acompañamiento, comprensión y empatía en tu entorno, con familia y seres queridos o con otras personas que también viven con diabetes. Incluso, busca apoyo de profesionales de la salud mental que te ayuden a hacer tu condición más llevadera.
Concluye Olarra enfatizando que “estas personas deben saber que no están solas, hay esperanza para retomar las riendas de su condición. Dejemos atrás estigmas y tabúes, tanto de la diabetes como de la salud mental. Ese sentimiento de desánimo puede transformarse en acciones positivas. Si alguien al conocer esto se sintió identificado, no duden en buscar la ayuda necesaria”.
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