Hemorragia obstétrica es la tercera causa de muerte materna en México; desarrollan nuevas tecnología
Guerrero tiene la más alta tasa de mortalidad materna del país que es de 59.1, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud (Ssa) federal.
Según el Informe Semanal de Notificación Inmediata de Muerte Materna de la Secretaría de Salud federal 71 mujeres han muerto por hemorragia obstétrica, la tercera causa de muerte materna en el país, justo después de las ocasionadas por Covid-19 y trastornos hipertensivos en el embarazo.
La misma fuente indica que en la tercera semana de septiembre de 2021, las entidades con más defunciones maternas fueron el Estado de México, Puebla, Veracruz, Chiapas y Jalisco, siendo la hemorragia obstétrica la responsable del 9.1% de éstas.
La razón de mortalidad materna calculada es de 57.2 defunciones por cada 100 mil nacimientos estimados para septiembre de 2021, lo que representa un incremento del 35.2% en relación con la misma fecha del año pasado.
La hemorragia obstétrica se refiere al sangrado masivo que puede presentarse durante el embarazo o el parto. Una de sus causas más frecuentes es el acretismo placentario; es decir, cuando la placenta o parte de ella se adhiere profundamente en las paredes del útero, impidiendo que se desprenda de manera natural en el alumbramiento, como debe ocurrir en condiciones regulares.
Cuando esto sucede sin las condiciones adecuadas para preservar la sangre, se puede producir una hemorragia severa, lo cual pone en riesgo la vida de la paciente.
Es por esto que en el país han surgido nuevas tecnologías para atender a las mujeres que presentan este tipo de dificultades, sobre todo en zonas remotas en las que las mujeres en estado de gravidez tienen poco acceso al sistema de salud. Y un ejemplo claro de esta situación es Guerrero, que tiene la más alta tasa de mortalidad materna del país que es de 59.1, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud (Ssa) federal.
En México, los hospitales privados y públicos han empezado a implementar tecnologías como la de Sight OLO que toma imágenes detalladas de sangre, las digitaliza, y luego las analiza con algoritmos de visión por computadora impulsados por Inteligencia Artificial.
La prueba consiste en una Biometría Hemática completa en sólo 10 minutos, que según la OMS es uno de los estudios más básicos e informativos que pueden realizar los médicos.
El equipo, del tamaño de una impresora, es compacto y utiliza un sistema basado en cartuchos que no requiere reactivos externos ni calibración y mantenimiento de rutina, lo que simplifica la configuración y el funcionamiento donde sea que se necesite.
“En algunos estados del interior de la República se está poniendo especial atención a las mujeres embarazadas de las zonas rurales, ya que al no contar con atención médica inmediata y a la falta de equipos y pruebas de diagnóstico oportuno, no pueden prevenirse enfermedades como la diabetes gestacional, anemia, desnutrición, preclamsia, entre otras, que al no ser tratadas a tiempo ponen en riesgo la vida de la madre y el feto”, asegura Rosalía Castro, jefe de marketing de GLhealth.
Otro de los dispositivos que se han desarrollado para atender este problema es el Rotem, que a través de un estudio de pruebas viscoelásticas, cuyos resultados están en 5 minutos puede controlar situaciones de hemorragias en cirugías cardiacas y trasplantes hepáticos, y también prevenir la muerte materna por hemorragia durante el parto.
“Estos estudios vienen acompañados con algoritmos que nos permiten dar tratamiento inmediato a mujeres que vienen con hemorragias postparto o hemorragias a un procedimiento obstétrico, como es el caso del aborto, o alguna alteración de células relacionadas al embarazo”, asegura Diana Gómez, médico cirujano de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Las pruebas permiten detectar la vía intrínseca de la coagulación y hacer la prueba del fibrinógeno de Clauss que se usa para el diagnóstico de trastornos hemorrágicos o trombóticos, estudios de Tiempo de Protrombina (TP) y Tiempo de Tromboplastina Parcial Activada (TTPA) alargados, sospecha de Coagulación Intravascular Diseminada (CID) y como marcador de riesgo de enfermedad cardiovascular.
“La prueba del fibrinógeno de Clauss tarda en un laboratorio normal por los menos 45 minutos, mientras que con las pruebas viscoelásticas se pueden obtener resultados en 5 minutos. Esta tecnología llegó a México hace dos años y se está aplicando en centros médicos públicos y privados del país”, explica la doctora Gómez.
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